Versión estenográfica del mensaje de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, con motivo del dictamen de las Comisiones Unidas de Educación y de Estudios Legislativos, por el que se reforma la Ley General de Educación, en la Sesión Ordinaria de este día. Muchas gracias. 

 

Con permiso de la mesa. 

 

Honorable Asamblea, al pueblo de México. 

 

Hoy como nunca, es imprescindible para el pueblo de México estar conscientes de que la política alimentaria es una responsabilidad y una obligación del Estado. La pandemia que acabamos de vivir, de la cual nosotras, nosotros somos sobrevivientes, debe haber dejado muchas lecciones sobre este proceso civilizatorio de extremo consumo que nos ha llevado a creer que la alimentación es un negocio y no un derecho humano fundamental. 

 

La pandemia de COVID-19 solamente en el caso de México, sacó a flote las pandemias ocultas por la mala alimentación, por la desnutrición y por las políticas alimentarias que este país no ha tomado como prioridad en la defensa de los derechos humanos de las niñas y los niños. 

 

Hoy México vive una pandemia de azúcar. No son las drogas químicas las que más matan en México, es una droga consentida: el azúcar. Pero también tenemos una pandemia de obesidad, siete de cada diez adultos, según los datos de la Organización Mundial de la Salud, en México tenemos sobrepeso, cuatro de cada diez niños. 

 

Por eso, estar hoy posicionando a favor el que en los entornos escolares tengamos una política clara, definida, con una autoridad responsable, que habrá de determinar qué alimentos son los que pueden consumirse dentro de nuestros espacios escolares, es indudablemente fundamental; porque retomamos el espacio de las escuelas como el espacio donde se enseña, donde se aprende y donde se genera una cultura y una consciencia alimentaria de sana alimentación, que hoy no tenemos en México. 

 

Felicito, indudablemente a quienes en la Comisión de Salud avanzaron en una de las grandes estrategias que vamos a tener como punta de lanza en México para retornar a una sana alimentación. 

 

Junto con la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible que el Senado de la República aprobó hace un mes; impulsamos en México, por primera vez en la historia, la responsabilidad legal que tiene el Estado de garantizar alimentación sana, suficiente, sustentable y de calidad desde su producción, su distribución y su consumo. 

 

Felicito este gran esfuerzo. Pero sobre todo, felicito a las y los senadores que hoy prueban que todavía es posible en estos momentos tan álgidos de la política nacional, encontrar consensos, y este es uno de ellos. 

 

¡Que viva la sana alimentación del pueblo de México, de nuestras niñas y niños, base fundamental de una sociedad sana! 

 

No hay sociedad más avanzada en la civilización, que aquella que le garantiza a niños y niños, sin distinción de clase social, una sana alimentación. Es el derecho humano básico de cualquier ser humano. 

 

¡Que viva la dignidad humana y alimentaria de los niños en México! 

 

Muchas gracias.