Versión estenográfica de la participación del senador Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República y de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la Segunda Conferencia Parlamentaria sobre Diálogo Interreligioso.
Muchas gracias por la oportunidad de dar un mensaje.
Vengo de México, un país mayoritariamente católico.
Yo soy parte de una minoría, soy ateo, creo que cuando me muera (inaudible) y no existe nada más.
Y, a pesar de ser ateo, sostengo que hay que darle la mano al hermano, hay que darle la mano a la hermana, hay que ayudar al que sufre, hay que apoyar al necesitado.
En México existe el racismo, como en el mundo, el clasismo, la intolerancia religiosa en menor medida, la homofobia, la discriminación, la misoginia, pero estamos en un buen momento, yo quiero compartir otra cosa.
Traigo un peso en el corazón que me sobrepasa, que no puedo con él solo.
Soy de las pocas voces que ha alzado la voz en mi país en contra de lo que está sucediendo al pueblo palestino.
Una niña me hizo un video diciéndome que los ayudara, que querían vivir, que querían jugar, que querían estudiar; y me parece inconcebible el silencio que hay sobre lo que está pasando en Palestina, 18 mil niños y niñas asesinados por un Estado confesional; 18 mil mujeres, iglesias destruidas, mezquitas, que son lugares sagrados, hospitales, escuelas.
Yo quiero que nuestras voces se alcen, por lo menos nuestras voces, para exigir que eso termine.
Cualquier nombre que se le quiera dar a lo que está pasando en Palestina, ambos pueblos, el pueblo judío y el pueblo palestino, tienen derecho a existir, tienen derecho a la coexistencia, tienen derecho al diálogo, tienen derecho a las oportunidades, tienen derecho al respeto a sus diferentes visiones religiosas, políticas, éticas.
Y esa es la razón de porqué quise venir a este espacio y a este encuentro, solicitar que rompamos ese silencio, que además estamos cerca de una guerra que no queremos, porque las hostilidades se han ido, además, a otros países de la región.
Me parece muy importante, insisto, no vengo a pedir algo para mi país, nuestro compromiso con la tolerancia, con el respeto, con la democracia, con la igualdad, con las libertades es absoluto.
Luchamos muchas décadas para que eso empezara a cambiar y va cambiando para bien en nuestro país, pero me parece que es necesario, termino, que nuestras voces se escuchen y que logremos la paz, ciertamente, en todos los rincones del mundo, empezando por el sufrido del pueblo palestino.
Muchas gracias por su atención.