Versión estenográfica del Informe de Actividades Legislativas del senador Eduardo Ramírez Aguilar, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República. 

 

Estoy muy emocionado, muy contento, muy feliz de su asistencia a éste, mi primer Informe como senador y mi Informe como Presidente del Senado de la República. 

 

Hay que darle gracias al Creador, que tenemos la oportunidad de estar presentes en medio de esta contingencia. 

 

Quiero saludar, en primer término, con mucho respeto a mis invitados.  

 

La honrosa presencia de los excelentísimos embajadores de la República Argelina Democrática y Popular; de la República de Argentina; del Reino de Bélgica; de la República de Bulgaria; de la República de Corea, de la República de Guatemala, del Estado de Israel; del Reino de los Países Bajos; de Rumania; y del Director del Centro de la Organización para la Cooperación Desarrollo Económico en México para América Latina. 

 

Saludo, asimismo, la distinguida presencia del cuerpo diplomático del Reino de España, de los Estados Unidos de América y de la República Italiana.  

 

Sean ustedes bienvenidos. 

 

Distinguidas personalidades que nos acompañan.  

 

Amigos gobernadores, salientes y electos, agradezco el esfuerzo que hicieron para acompañarme en uno de los actos más importantes de mi vida pública. 

 

Saludo con mucho cariño a la Presidenta de la Cámara de Diputados, la diputada Dulce María Sauri Riancho. 

 

Saludo de igual forma al coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, al senador Dante Delgado, su presencia, su acompañamiento, su concertación para construir un México de inclusiones. Muchas gracias, senador Dante. 

 

También agradezco la presencia del senador y compañero de vida de casi dos décadas, a mi amigo el senador Manuel Velasco, coordinador del Grupo Parlamentario del Verde Ecologista. 

 

Saludo de igual forma a mi paisana, la coordinadora del Grupo Parlamentario de Encuentro Social, la senadora Sasil de León. Muchas gracias, Sasil, por tu acompañamiento. 

 

También quiero destacar la presencia de la ministra Yazmín Esquivel, una mujer destacada en la impartición de justicia. Muchas gracias, querida Ministra, por acompañarnos.  

 

Saludo de manera muy especial al Presidente de la Junta de Coordinación Política, al doctor Ricardo Monreal Ávila, quien, bajo su liderazgo, ha podido construir los grandes consensos para México, para nuestra patria, logrando con ello grandes concertaciones en el ámbito internacional. 

 

Muchas gracias, doctor Ricardo, porque con su paciencia y con su habilidad política, ha contribuido en la Cuarta Transformación de México. 

 

Muchas gracias, doctor Ricardo Monreal. 

 

Nos siguen en las redes sociales nuestro destacado Fiscal General de la República, el doctor Alejandro Gertz Manero. 

 

Al senador Miguel Ángel Mancera. 

 

Saludo también al Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, al doctor Enrique Graue.  

 

Saludo también al cuerpo diplomático que nos acompaña de Canadá, muchas gracias por su presencia. 

 

En este año que se conmemora la consumación de la independencia, es para mí un alto privilegio y una alta responsabilidad en estos 200 años. 

 

Por eso les quiero agradecer a mis compañeros y compañeras del Senado su confianza que me depositaron para elegirme como Presidente de la Mesa Directiva. 

 

Agradezco también a los integrantes de la misma. A la senadora Lupita Murguía, a la senadora Imelda Castro, a la senadora Verónica Martínez; a las secretarias que me acompañaron, a Lilia Margarita Valdez, a María Merced González, a Verónica Delgadillo, a Alejandra Lagunes, a la senadora Renata Eunice Romo, a la senadora Nancy de la Sierra Arámburo. Gracias a cada una y a cada uno de ustedes. 

 

Saludo también con aprecio, por el esfuerzo que hicieron mis compañeros diputados federales de Chiapas, y diputadas, muchas gracias por siempre acompañarnos. 

 

Saludo de manera muy especial a un hombre que ha contribuido con su tenacidad y con su fortaleza y su capacidad para poder argumentar y debatir, al diputado Gerardo Noroña. Muchas gracias, diputado Gerardo, por acompañarnos también en este acto tan importante. 

 

A las diputadas y diputados locales de Chiapas que el día de hoy nos están acompañando, a mis amigos presidentes y presidentas municipales de Chiapas que están aquí. Muchas gracias a ustedes. 

 

A todos los alcaldes que nos siguen por las redes sociales, electos; a todos mis amigos, más de 15 mil activistas en las redes sociales, orgánicos, que nos están siguiendo y que están siempre presentes en nuestras actividades. 

 

Quiero agradecer de manera muy especial a la Secretaria de Gobierno del estado de Chiapas, quien trae la digna representación del gobernador Rutilio. Sea portavoz que en este Senado se le aprecia, se le respeta y que siempre lo vamos a acompañar porque estamos comprometidos con nuestra tierra. 

 

La pandemia ha sido un flagelo que afecta a la humanidad entera ya nosotros como mexicanos e integrantes de uno de los poderes del Estado, nos obliga a actuar en consecuencia.  

 

Expreso mi agradecimiento sentido a todo el personal que labora en el Senado de la República; al personal administrativo, a quienes nos asisten legislativamente y también a los que se nos adelantaron. También a ellos nuestro reconocimiento. 

 

Agradezco también el profesionalismo, la entrega y la disposición que han tenido los medios de comunicación. Sin su apoyo, no podríamos comunicar a nuestra sociedad las acciones que aquí llevamos a cabo. 

 

Quiero saludar con mucho cariño a la gobernadora electa Layda Sansores de Campeche.  Muchas gracias querida Layda por tu presencia, me enaltece, muchas gracias. 

 

El 6 de junio se celebraron las elecciones más importantes de nuestra historia. Se ratificó la voluntad de la ciudadanía para que continuemos en la ruta de los cambios de fondo, de cara al presente y el futuro de la nación. 

 

Como país tenemos retos qué superar. Es indispensable que continuemos trabajando con auténtica visión de Estado para alcanzar los acuerdos que se requieren en la construcción de un México más justo, democrático y solidario. 

 

Ha prevalecido en esta Cámara, y tengo que reconocerlo, un ánimo de respeto, de confianza y de amor a la Patria.  

 

Cada una y cada uno de nosotros ha expuesto con entera libertad sus puntos de vista. Han sido congruentes con sus ideas y de lo que representamos cada uno de nosotros, pero se han expresado con prudencia, con tolerancia y con madurez. 

 

Estoy seguro que así seguirá siendo. 

 

Decía un gran mexicano, don Mariano Otero, gran jurista ilustre, que un pueblo plural como el de México, tan diverso, es más lo que nos acerca que lo que nos separa. Siempre hay puntos de entendimiento, puntos de encuentro. 

 

Vengo del sur de la República; mi tierra es Chiapas, un Estado multicultural de pueblos y culturas indígenas, un Estado con una variedad de denominaciones religiosas, diverso. Estos acostumbrado a vivir en la diversidad, y la reconozco no como un problema u obstáculo, sino como un valor y como un horizonte de oportunidades. 

 

Por eso, pongo todo mi quehacer para reconocer la variedad cultural y lingüística y política de México. 

 

Fray Bartolomé de las Casas, hizo, en Chiapas, la primera defensa de los pueblos originarios, pidiendo paz en todas partes y para todos los hombres, paz sin diferencia de raza. 

 

Eso es lo que necesita el país y esa es la visión que nos convoca hoy, que la paz sea el camino que nos una como hermanas y hermanos. 

 

Generemos, pues, una cultura de paz, desde los hogares y la familia. 

 

Aquí quiero ser muy enfático: Pacificar al país, no es sólo responsabilidad de los gobiernos, también nos toca a nosotros contribuir. 

 

Mucho tenemos que aprender de nuestros hermanos indígenas, como apuntó nuestra escritora mayor, Rosario Castellanos, refiriendo a un encuentro con el universo de las culturas originarias. 

 

“Le pedimos escribiera en su idioma “hemos venido a dialogar”. 

 

“¡No! En idioma indígena no existe esa palabra “dialogar”. 

 

“Entonces, ¿cómo se dice? -le preguntamos-. 

 

“Se dice: Vámonos a poner a platicar, a ver si con la palabra de cada quien, se hace una palabra común”. 

 

Como en la época de la Independencia, la Patria exigió grandes alianzas para asegurar su marcha, la unidad entre quienes pensaban diferente, pero coincidían en la necesidad esencial de librar a la Patria del yugo conquistador, que hizo posible el nacimiento de México y de nuestra República. 

 

Hoy, cuando vivimos una nueva transformación, y en cada transformación de México, una vez que se sientan las bases, lo que procede es la conciliación. 

 

Debemos aspirar al encuentro de esas grandes causas nacionales, salir de la polarización para darle paso a la conciliación. 

 

Ahora, en México, las fuerzas sociales, políticas, debemos ser capaces de proponerle al pueblo un programa de unidad, que debe ser la guía en el quehacer de encontrar con el diálogo la palabra común que nos habló Rosario Castellanos. 

 

Chiapas, siempre presente en los momentos estelares de la historia. 

 

En próximos días, amigos y amigas, vamos a cumplir 200 años de nuestro inicio de Independencia en nuestro Estado. Fue el parteaguas para que llegara a Centroamérica. 

 

Tres años después, en un debate, en el Constituyente de 1823 y 24, mentes destacadas de grandes mexicanos, como Miguel Ramos Arizpe, como mi paisano Joaquín Miguel Gutiérrez, coincidieron en instaurar el federalismo mexicano. Joaquín Miguel Gutiérrez, un gran federalista. 

 

Pero Chiapas ha estado presente en tiempos también difíciles para México, como fue la intervención francesa, allá en Puebla, siendo el presidente Juárez y el gobernador, un gran liberal mexicano y chiapaneco, Ángel Albino Corzo, mandó un escuadrón, comandado por el general Pantaleón Domínguez. 

 

Ahí estuvo nuevamente Chiapas, en momento difíciles, muy difíciles para México, con la llegada del presidente Madero, y ante el cobarde asesinato y traición del general Victoriano Huerta, emergió nuevamente un gran chiapaneco, nuestro insigne Belisario Domínguez Palencia. 

 

Este héroe, por convicción, oriundo de Comitán, arriesgó su vida. Así son los momentos de las transformaciones. 

 

Estoy completamente seguro que está sentando, el presidente Andrés Manuel López Obrador, las bases de una transformación. 

 

Y por eso agradezco que esté aquí mi compañera y amiga, Citlalli Hernández, secretaria general de Morena. 

 

Para lograr las transformaciones a veces hay que hacerlas con rebelión, con revolución, pero esta fue una transformación pacífica. Y una vez que ya están sentadas las bases, es importante voltear a ver la conciliación. 

 

Así se han puesto de acuerdo; ahí está nuestra historia. 

 

Este es el paso que debemos seguir. 

 

Amiga y amigos: 

 

He servido a México desde este espacio republicano, con emoción, con profundo sentido democrático y con un respeto a quienes piensan diferente. 

 

Así me educaron desde mi nacimiento, así me formaron mis padres y también mis maestros. 

 

Soy un hombre que basa su diálogo en la buena fe, en el acuerdo, sin quebrantar nuestros principios. 

 

Hoy, estamos llamados a escribir en las páginas de nuestra vida, que fuimos capaces de dejar atrás, una vez que hemos conformado las bases de la transformación, la polarización, para darle paso a la conciliación y a la unidad nacional. 

 

Son momentos de estar unidos, de estar fortalecidos, no importa a la actividad que nos dediquemos; lo más importante es dejar un legado. 

 

En el Senado de la República, en nuestro Recinto, hay un lema, que fue pronunciado por Vicente Guerrero: “La Patria; la Patria es primero”. 

 

Muchas gracias. 

 

Les agradezco que me hayan acompañado en este Informe, y que me hayan dado esta oportunidad. 

 

Gracias, muchas gracias.