Versión estenográfica del mensaje final del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, en reunión con la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos. 


 

De nueva cuenta, muchas gracias por su asistencia. 

 

Gracias, Rafael Guerra, ha sido un ejercicio de intercambio extraordinario. 

 

Como todos saben, la propuesta nuestra se sustenta en la experiencia y el intercambio de opiniones con ustedes, con asociaciones de juzgadores y con expertos en la materia; pero ustedes fueron clave para presentar la iniciativa hace unos meses. 

 

Ustedes lo saben muy bien, aquí lo han relatado: ante los ojos de la ciudadanía, el sistema de justicia civil y familiar aún resulta lento, incierto, obsoleto, muchas veces discriminatorio, complicado y costoso; sobre todo para quienes cuentan con pocas posibilidades para costear un juicio. 

 

Otro factor que ha generado obstáculos para que las personas puedan acceder a una justicia expedita en esta materia, es la diversidad de normas, la existencia de reglas, plazos, términos, criterios, sentencias, jurisprudencia, incluso algunas de las tesis, lamentablemente contradictorias. 

 

La tutela jurisdiccional efectiva, implica la aplicación de procedimientos judiciales ágiles, útiles que permitan resolver los conflictos con celeridad, en beneficio de las personas que acuden a los Tribunales en búsqueda de justicia. 

 

Esta propuesta de nuevo Código, contiene una mínima base de regulación para la impartición de justicia, más pronta y cercana a la gente, mediante instituciones nuevas o fortalecidas, con procedimientos homologados, ágiles y con criterios uniformes. 

 

Al presentar esta propuesta, nos comprometimos a impulsar trabajos de Parlamento Abierto, invitando a todos los sectores que operan el nuevo ordenamiento; desde la función jurisdiccional, el ámbito académico y el de la investigación, así como la sociedad en general. 

 

En este ejercicio de Parlamento Abierto, como ya lo relató Rafael, el presidente de la Comisión de Justicia, se han llevado foros en distintos estados del país, faltan algunos otros. Pero estos foros implican recibir, recoger preocupaciones, propuestas, mejorar este proyecto, que estamos en la mejor disposición de hacerlo. 

 

Este fin último es ampliar el panorama en torno a la creación del nuevo Código. 

 

También, estos foros se organizaron con inclusión. Mi sugerencia al presidente de la Comisión de Justicia y a la presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos era hacerlos incluyentes, en donde participaran todos, y así creo, se hizo. 

 

Ustedes lo saben, aquí mismo se han abordado temas distintos: la oralidad en materia familiar, estaba anotando algunas cosas. El principio de inmediación, la justicia familiar, la tutela judicial efectiva, la justicia digital, la cooperación procesal, la perspectiva de género y también la propia, aquí se comentó, los convenios internacionales, la cooperación procesal internacional. 

 

Por eso, la expedición de este nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares; conlleva importantes retos que la justicia cotidiana debe resolver.  

 

Ya después voy a platicar con el senador Mancera, porque ya no podemos regresarnos, porque él quiere dos Códigos, y yo no quiero más que uno; si no, nos vamos a meter a otra discusión y vamos a hacer otra tardanza mayor. Ya vamos muy avanzados, pero espero convencerlo con una cena, pronto, y con argumentos sobre todo, no por la cena; sino con razones y argumentos 

 

Por eso, la expedición de este nuevo Código conlleva importantes retos para la justicia cotidiana, porque se deben de resolver. Y yo diría, algunos de ellos. 

 

En esta nueva normatividad se debe establecer la aplicabilidad del Código en el Foro Federal y en el local, a fin de garantizar un mayor acceso a la justicia en materia de solución de controversias; lograr condiciones de igualdad que eviten discriminación a las personas que acuden a los Tribunales. 

 

Generar mecanismos judiciales orales que sean sencillos y efectivos, para resolver adecuadamente los conflictos; así como lograr el cumplimiento de sentencias y convenios; otorgar a las personas más seguridad y certidumbre jurídica, así como una mayor protección a los derechos humanos. 

 

Conseguir una relación directa y funcional entre las personas, juzgadores, litigantes y justiciables; instaurar un sistema de impartición de justicia adversarial, democrático y oral, sustentado en una redistribución de los roles de las principales personas operadores, juzgadoras y litigantes. 

 

Satisfacer la necesidad de una justicia cotidiana abierta, que cumpla con los más altos estándares internacionales. 

 

Potencializar los medios alternos de solución de conflictos, para lograr que las personas juzgadoras, litigantes y justiciables, privilegien su uso. 

 

Contemplar y regular las acciones colectivas para la defensa y protección de los derechos e intereses generales. 

 

Garantizar el ejercicio de prácticas procesales, que privilegien el debate y la calidad de la información; en condiciones de igualdad y respeto a los derechos humanos. Y aprovechar las herramientas que proporcionen las tecnologías de la información y la comunicación, para garantizar mayor acceso a la justicia en la solución de conflictos. 

 

Que todos los poderes judiciales de la República Mexicana hagan uso de las tecnologías de la información y de la comunicación en la administración de justicia, desarrollen plataformas y herramientas tecnológicas indispensables. 

 

Este ordenamiento que estamos planteando aprobar en los próximos días después de una consulta amplia, constituirá un cambio de paradigma en la forma de impartir justicia en México, pues está encaminado a lograr el mejor modelo de justicia cotidiana en materia civil y familiar. 

 

Para mí, se trata de una reforma de gran calado; al nivel de la reforma al sistema de Justicia Penal del 2008, con las variantes dificultades y críticas que aquí hemos escuchado. Por cierto, tenemos que revisarla esa Reforma del 2008. 

 

También, quiero destacar algunos de los temas que comentó Rafael, en los que coincido: el aprovechamiento de las tecnologías de la información, en el trámite de los juicios, los criterios del lenguaje incluyente y con perspectiva de género, los órganos jurisdiccionales, sí, en efecto, deben garantizar a las personas la defensa, protección y recuperación de su patrimonio inmobiliario, material, moral y económico. 

 

Procurar la protección de la familia, sobre todo aquellos sectores vulnerables, el interés superior de niñas y niños y adolescentes, protección de mujeres víctimas de la violencia, discapacitados. 

 

Incluir en el proceso este proceso oral de corte adversarial sustentado en audiencias nuevas, con nuevas reglas para la redistribución de los roles de los procedimientos me pareció muy interesante. 

 

Estos nuevos roles para el debate y las pruebas, las decisiones del nuevo sistema de ejecución de sentencias, las impugnaciones, aprovechar pues los beneficios del sistema oral. 

 

Por supuesto, desde ahora les contesto, como Presidente de la Junta de Coordinación Política, como líder de la mayoría, aceptamos su solicitud de colaboración e integración para la discusión de esta Iniciativa, antes de aprobarse en el Pleno, aprovechando su experiencia jurisdiccional. 

 

Yo le propondría a Rafael que pudiera nombrar una comisión de Alto Nivel, que ustedes la nombraran y que estuviera muy cerca de los trabajos con el presidente de la Comisión de Justicia y con la presidenta Ana Lilia, para que pudieran incluso participar de las discusiones internas de las comisiones, para poder opinar, aunque puedan no participar con voto, sí emitir sus opiniones o estar presente en todo el proceso que vamos a llevar a cabo a partir de las próximas semanas. 

 

Entonces, son bienvenidos y con mucho gusto los aceptamos como interlocutores de buena fe. 

 

Es cierto, este Código, dice Rafael, en una crítica inteligente, este Código no es suficiente, su sola expedición para modernizar todo el sistema de impartición de justicia. Coincido con él. 

 

Y, él dice: faltan normas constitucionales que fortalezcan la independencia y la autonomía libre de cualquier influencia exterior, que garanticen resoluciones imparciales y objetivas. Me parece muy bien. coincidimos, y vamos a revisarlo. 

 

Le estaba diciendo al Secretario General, que aquí está el doctor Garita, que revisemos; ya se me envió ya las iniciativas que tenemos sobre iniciativas de distinta naturaleza en materia de solución de controversias, de algunas iniciativas que se han presentado y que por cierto están en la Comisión de Justicia, para un poco retomarlas. 

 

Revisaremos e impulsaremos la iniciativa de Ley General de Medios Alternativos, pero también revisaremos la iniciativa al 116 y 122, fracción IV, de la Constitución General, para fortalecer la autonomía y la independencia de los poderes ejecutivos locales. 

 

El nombramiento y reconocimiento de la carrera judicial, el derecho al retiro digno y obviamente el presupuesto que, Rafa y yo, al inicio de la reunión, en las primeras intervenciones, él me dijo con toda seriedad: “el problema es el presupuesto”; y en efecto, tenemos claridad en este sentido, como aquí varios lo han expresado. 

 

Entonces, vamos a revisarlo este sistema transitorio, para que a más tardar en ocho años se aplique el nuevo Código en todos los estados, respetando la autonomía de los poderes judiciales, acompañando las reformas a la Ley General de Mecanismos Alternos. También lo vamos a revisar. 

 

De hecho, estamos haciendo una versión estenográfica para que quede en la memoria; pero lo que aquí se ha expresado lo vamos a tomar en cuenta en el dictamen definitivo, que habremos de tener los primeros días de septiembre, después de concluir los foros en estos días. 

 

Es un trabajo intenso. Me gustaría que estuvieran pendientes, a través de esta organización, la CONATRIB, para que todos pudieran atentos y tener una comunicación permanente, ya sea con Rafael o con quien él nos designe, y tener una comunicación puntual con todos los Tribunales de Justicia de las entidades federativas. 

 

Creo que nos mueven los mismos propósitos, estamos abiertos, no tenemos un formato preestablecido, no tenemos ya un proyecto de dictamen que provenga de ninguna parte; sino que lo que estamos haciendo es construir lo que mejor convenga para la justicia mexicana. 

 

Y, en ese sentido, son bienvenidas sus opiniones y son bienvenidas las aportaciones. Estamos a tiempo, antes de que se apruebe por el Pleno, podemos mejorarlo. 

 

Aunque también me quedo con una expresión que escuché aquí de varios, incluyendo a la senadora Ana Lilia, es un proyecto perfectible, como todos los proyectos; pero tenemos que hacerlo, aunque después lo modifiquemos. La facultad del Constituyente Permanente es estar modificándolo. 

 

Pero no vamos a tener un acabado perfecto, ¿eh?, se los aseguro, tendremos algunos vacíos que podríamos ir revisando y mejorando; hay la voluntad del Poder Legislativo para hacerlo, pero sí partamos de un instrumento que aprobemos frente a la ausencia y a los problemas que tienen todos ustedes al momento de aplicar la ley y de impartir justicia en materia local. 

 

Entonces, tienen toda nuestra colaboración, nuestro respeto y nuestra disposición para trabajar juntos en esta materia tan importante. 

 

Les confieso que a mí me hubiera gustado ser también Presidente del Tribunal; nunca pude porque fui gobernador. Pero cuando fui gobernador tenía muy claro -estoy hablando del siglo pasado-; cuando fui gobernador le di mucha autonomía, independencia y presupuesto al Poder Judicial. 

 

Nunca tomé el teléfono para darle alguna indicación; lo respeto. Todavía viven algunos de los magistrados; todavía viven, pero tengo mucho aprecio por la carrera judicial, nunca pude ser salvo Secretario de Acuerdos; no, ni siquiera de Acuerdos, fui secretario de un juzgado penal; auxiliar. 

 

Primero meritorio, al inicio de mi carrera en derecho; meritorio, los que hacen de todo. Tomaba la declaración preparatoria, iba por las tortas y me mandaban a todas partes. 

 

Y luego me dieron una mesa auxiliar en el juzgado penal; era Eugenio Guerrero el Juez Primero Penal, no sé si viva todavía. Pero empecé ahí a escribir con estas máquinas antiguas toda la parte de los trabajos de la mesa. 

 

Pero fue una experiencia agradable, y ya nunca pude proseguir porque me dediqué a la actividad legislativa. Y les diría que; no, no, no, estoy muy bien, no los envidio. El Senado es muy agradable. 

 

Bueno. Bienvenidos y nos veremos otro día. 

 

¡Felicidades!