Versión estenográfica del mensaje del senador José Narro Céspedes, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, en la develación de letras doradas en reconocimiento de la lucha histórica de la comunidad LGBTTTIQ+. 

 

Queremos, inicialmente, agradecer la invitación que nos hicieron por la Mesa Directiva del Senado, por la senadora Geovanna, que fue la que presentó la propuesta de esta placa, tan importante, aquí en el Senado, por parte del reconocimiento.  

 

Y, a todas y a todos los que hoy aquí nos acompañan, por la lucha, por el esfuerzo y por estar aquí presentes en el Senado, honrando este espacio y expresando parte del reconocimiento que hoy le estamos dando a la pluralidad y a la diversidad que componen a nuestra nación, a nuestro país. 

 

Y, el reconocimiento que se hace a este sector tan importante, que forma parte también de esa diversidad, que compone México y que compone nuestra patria. 

 

El pasado fin de semana se reunieron cerca o más de 250 mil personas, que poblaron las calles y la principal Plaza política de nuestro país, el Zócalo; para celebrar el Día del Orgullo LGBTTTIQ+, para celebrar que unidas, unidos y unides, han sido capaces de derribar barreras y exigir sus derechos. 

 

Amar en público y en privado, sin que miradas escurridizas juzguen o castiguen a quien no les corresponde juzgar. 

 

Ganaron en la calle, en el día a día, su derecho a ser reconocidos. Han ganado en estos espacios, como es aquí en el Senado de la República, y en la Cámara de Diputados, un espacio en donde hoy tienen pleno reconocimiento. 

 

Reconocidas, reconocidos y reconocides, como seres plenos de derechos, con el derecho al matrimonio, a ser reconocidos en su orientación de género y obtener las acreditaciones necesarias para identificaciones, y garantizar que puedan ser legalmente quienes ellas, ellos y ello quieran. 

 

Sin embargo, tenemos que trabajar unidos en erradicar de nuestra realidad la violencia homofóbica y transfóbica; misma que nos coloca en el segundo lugar más violento de América, sólo después de Brasil. 

 

La violencia contra la comunidad LGBTTTIQ+, en muchas ocasiones empieza en casa y tenemos que educarnos todas, todos y todes, para garantizar que nuestros hijos, hijas e hijes, puedan contar con su familia para poder ser, desde pequeños, seres felices, capaces de enfrentar al mundo con cimientos fuertes, que resistan la violencia enferma del mundo en que vivimos. 

 

Hoy estamos contentos de estar aquí, celebrando la lucha de esta importante comunidad, misma que podemos resumir en la lucha por amar y por ser amados. 

 

La lucha porque el amor sea el amor a la vida, el amor a reconocernos y el amor a ser felices; sin distingos y reconociendo la gran diversidad que compone a nuestra sociedad, reconociéndolos como seres humanos, como iguales, como seres con plenos derechos, con seres con los que tenemos que construir este presente y este futuro de inclusión, este futuro que reconozca la pluralidad y la diversidad y reconozca y hagamos que el amor sea el gran motor que mueva a México y que siga moviendo a nuestros corazones. 

 

Amar, es reconocer. Amar, es vivir en una sociedad donde todos merecemos y tenemos un espacio. 

 

Muchas gracias.