Versión estenográfica de la participación del senador Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, en el Primer Foro de Experiencias de la Sociedad Civil en la Legislación Ambiental Mexicana: Rumbo a la Adopción del Nuevo Marco Global de Biodiversidad.
Muchas gracias.
Me congratula, me alegra estar en este foro, inaugurando este Foro de Experiencias de la Sociedad Civil en la Legislación Ambiental Mexicana: Rumbo a la Adopción del Nuevo Marco Global de la Biodiversidad.
Pero sobre todo, me alegra que hoy se vaya a entregar un reconocimiento a un amigo personal, al doctor José Sarukhán, conocido de hace muchos años. Me consta su lucha y su gran interés a través de los años, sobre este tema tan apasionante de la biodiversidad.
José Sarukhán tiene una enorme experiencia. Es un biólogo por la Universidad Autónoma de México, provenimos de ahí.
Maestro en ciencias; doctor por la Universidad de Gales de Reino Unido; autor y coautor de más de 130 trabajos científicos y diez libros, recuerdo algunos de ellos: “La Musa de Darwin” “Capital natural de México” “Defensa legal contra delitos ambientales” “El cambio climático: Causas y consecuencias”, son libros obligados a leer.
Él es un hombre con una gran experiencia. Estuvo al frente de nuestra máxima Casa de Estudios.
Premio Nacional de Ciencias y Artes; Premio Nacional Forestal.
Por eso, el que hoy la Comisión de Medio Ambiente del Senado de la República le haga y le entregue un reconocimiento me alegra, yo incluso tenía otras actividades ya comprometidas, pero las pospuse unas horas para estar con el doctor.
Me alegra mucho, doctor, que estés por aquí y que también estén todos ustedes y el Canal del Congreso registrando este gran evento.
Mucho se ha hablado de la enorme riqueza biológica y cultural de México y no es para menos; en nuestro país habita el 12 por ciento de las especies del mundo.
Nos ubicamos entre los primeros diez lugares con mayor cantidad de mamíferos, reptiles, aves, anfibios y plantas de todo tipo.
Es aquí donde debemos reconocer el valor de nuestros pueblos originarios que resguardan con recelo los ecosistemas y áreas naturales, con una estrecha relación de respeto.
Recuerdo y reconozco al pueblo de Oaxaca por su esfuerzo, por el esfuerzo de las comunidades que realizan en el estado para preservar la biodiversidad que se nos ha heredado.
Ahora bien, la importancia de la diversidad biológica pareciera obvia; sin embargo, actualmente se encuentra amenazada, tanto por causas naturales como por nuestras actividades diarias que impactan directamente la existencia de los recursos naturales.
México es increíblemente diverso, rico en diversidad; por eso nuestra responsabilidad ante la crisis climática es aún mayor. No podemos ni debemos dar un paso, un solo paso atrás.
Hace 30 años, escúchenlo bien, hace 30 años se creó una institución capaz de dar una respuesta innovadora ante las discusiones sobre medio ambiente que se gestaban desde la Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro, de 1992; en ese momento yo era senador, y recuerdo muy bien lo que se planteaba hace tres décadas.
La CONABIO, nos ha permitido descubrir a profundidad las complejas relaciones internacionales y evoluciones que los organismos han experimentado en miles de años durante su permanencia en nuestro país, y ha logrado que México conozca más de su propia naturaleza.
Asimismo, ha concebido espacios para que gobiernos, comunidades, pueblos, personas e instituciones se involucren en la manera en que se hace uso de la riqueza biológica y consolidar así su conservación.
Esta institución es la mejor fuente de información acerca de la biodiversidad en nuestro país y es reconocida nacional e internacionalmente por implementar con éxito mecanismos que vinculen a la ciencia, las políticas públicas y a muy diversos sectores de la sociedad para protegerla.
En estos últimos años, la CONABIO ha participado intensamente, junto con las secretarías de Estado, en el desarrollo de esta materia tan importante de sistemas útiles para la toma de decisiones en todos los niveles de gobierno.
Por eso, y muchas otras razones, repito, me complace encontrarme hoy aquí con ustedes, para reconocer la labor que la CONABIO hace por México.
Con ella, nuestro país debe convertirse en tierra fértil para que prevalezcan los intereses colectivos que mantengan el equilibrio del ecosistema y una diversidad sin igual.
Nuestro reto es obvio, lo he platicado con Raúl Bolaños, senador joven, pero por ello también comprometido con el futuro del planeta y de México.
Raúl es un joven senador entusiasta, que se ha adentrado a la materia y que está generando vínculos importantes para atender desde el punto legislativo este reclamo de cambio climático y del medio ambiente.
Felicidades por este esfuerzo, Raúl. Felicidades a todo el equipo.
Quiero saludar con mucho gusto también a la senadora Beatriz Paredes, que a nosotros nos compromete luchar a estas alturas de nuestra vida por el cambio climático que le estamos dejando a las nuevas generaciones.
Ella y yo hemos platicado de los retos nuevos que México se enfrenta y que parecieran estar ausentes de nuestra legislación.
La ciberseguridad, la inteligencia artificial, la robótica, el cambio climático, el medio ambiente, son desafíos enormes; la tecnología de la información, la geopolítica.
El mundo está en un problema grave y por eso todos debemos orientar nuestros ojos, nuestros oídos, nuestro cerebro a resolver este grave problema que ya tenemos encima.
El Senado va a actuar y el Senado va a pugnar por una agenda verde estos últimos tres años.
El Senado va a priorizar su actividad para que pluralmente atendamos este tema del cambio climático, de la biodiversidad y de los retos y desafíos que México tiene.
Felicidades por este esfuerzo.
Estaré unos minutos y regresaré a mi agenda, pero me alegra, Pepe, que estés aquí. Bienvenido.
Tenemos aquí con nosotros a un gran científico, a un gran humanista, a un gran amigo de la ciencia.
Felicidades.