Número-179

  • En lo que va de 2021, se han recibido 90 mil 314 solicitudes para el reconocimiento de refugiados de Honduras, Chile, Brasil, Guatemala, entre otros países. 

     

La violencia, las amenazas permanentes a las familias, la inseguridad, el crimen organizado, así como la falta de oportunidades, son los principales factores por los que migran las niñas, niños y adolescentes del sur de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, destacó la senadora Josefina Vázquez Mota. 

 

Durante el seminario “El fenómeno migratorio visto desde la frontera sur”, la legisladora de Acción Nacional resaltó que los ciudadanos de Centroamérica no migran, sino que huyen de su país de origen, como lo mencionó la directora general de Unicef América Latina y el Caribe. 

 

Respecto al fenómeno de los menores no acompañados durante su trayecto migratorio, destacó que el crimen organizado ha tomado los roles de los abuelos, padres o de alguna persona del pueblo de origen, quienes estaban al tanto de ellos durante la búsqueda de oportunidades. 

 

Por ello, dijo Vázquez Mota, los países de la región están realizando acciones para asumir como prioritario el tema de migración, particularmente de menores, así como en la creación de adecuaciones al marco legal referente a la atención de este sector que se moviliza. 

 

La senadora Beatriz Paredes Rangel, del PRI, coincidió en que las pandillas delincuenciales y los altos índices de violencia que permean en los países de Centroamérica, representan un factor detonante de la migración de menores, por lo que pidió el apoyo de los expertos para plantear alternativas concretas que desestimulen el desplazamiento de esta población. 

 

En ese sentido, dijo que se debe reflexionar sobre el papel y la cooperación de los países que presentan desplazamientos de sus ciudadanos. Además, consideró que la planificación de esquemas de apoyo como becas, escuelas o internados con alimentación, puede ser una vía para retener a las niñas niños y adolescentes dentro de su país de origen.  

 

El director ejecutivo del Grupo de Monitoreo Independiente de El Salvador, Vinicio Sandoval Góchez, agregó que, a pesar de la reducción en muertes violentas en los países centroamericanos, los datos siguen siendo alarmantes, porque “las personas huyen porque las están matando”. 

 

A su vez, hizo un llamado a México y a los legisladores para garantizar el reconocimiento de los derechos humanos de menores y adolescentes, para que sean tratados como niños; y manifestó su preocupación para que la respuesta no sea la detención, militarización y cierre de fronteras, pues no soluciona la situación. 

 

Por el contrario, “se debe recuperar el sentimiento de solidaridad, inclusión y respeto a las personas en movilidad”, asentó. 

 

Rafael Alonso Hernández López, coordinador del Doctorado en Estudios de Migración del Colegio de la Frontera Norte, consideró necesaria una modificación presupuestaria para las instituciones involucradas en el tema de migración, así como la difusión, capacitación y fortalecimiento de las procuradurías para implementar la ruta de protección en esta materia. 

 

Recordó que, en 2019, México recibió 70 mil 423 solicitudes para el reconocimiento de refugiados, de personas provenientes de Honduras, Chile, Haití, Brasil, El Salvador, Guatemala, entre otros países; mientras que, hasta septiembre de 2021, se han recibido 90 mil 314 tramites.  

 

Sarahí Miranda Juárez, investigadora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, afirmó que debido a que la movilización de menores migrantes es cada vez más común, en entidades cercanas a la frontera sur se ofertan trabajos a niñas y niños para actividades domésticas.  

 

De acuerdo con una investigación de su autoría, refirió que, al ser contratados, los menores están expuestos a maltratos de todo tipo, se refieren a ellas como “inditas” o “incivilizados”, su tiempo es controlado por sus empleadores y se les asignan trabajos pesados. 

 

Además de que sufren de discriminación, también son abusadas sexualmente por los   patrones y, en el peor de los casos, son abandonadas en los hospitales o sus bebés son robados; lo anterior, dijo, revela la vulnerabilidad latente a la que están expuestas las niñas niños y adolescentes.   

 

La mesa de trabajo que se desarrolló este miércoles fue “Violencia estatal, privada y social. El caso de niñas, niños y jóvenes migrantes en el sur de México, Guatemala, El Salvador y Honduras”, forma parde del seminario “El fenómeno migratorio visto desde la frontera sur”, que organiza el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado. 

 

La cuarta y última sesión del Seminario, denominada “Mujeres y niñez en contexto fronterizos de movilidad-inmovilidad: una mirada al acceso a la salud en y desde la frontera sur de México”, tendrá verificativo el próximo 13 de octubre a las 17:00 horas en modalidad a distancia.