Número - 1222

  • Consideran en el Senado que una planificación eficiente es fundamental para cumplir este objetivo.

A fin de avanzar en la legislación que permita la construcción de una nueva agenda urbana para mitigar los efectos sociales, económicos y ambientales negativos asociados al crecimiento de las ciudades, la vicepresidenta de la Mesa Directiva del Senado, Alejandra Noemí Reynoso Sánchez inauguró el foro “Alianzas para el Hábitat”.  

 

La legisladora explicó que la Nueva Agenda Urbana de la ONU plantea la transformación de las ciudades en espacios más habitables y sostenibles, debido a que en ellas habitan más de 4.300 millones de personas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. 

 

Destacó que para poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el paso más importante es la “ciudadanización” de éstos, es decir que la sociedad se involucre y de manera conjunta con sus autoridades se pueda avanzar. 

 

“No se trata de la implementación de los Objetivos desde los organismos internacionales o desde el gobierno, sino lo más importante es que los construyan, los mismos ciudadanos”. 

 

En este sentido, la senadora del PAN destacó que para la creación de la legislación que permita alcanzar los objetivos de la agenda urbana “hay que hacer alianzas y los legisladores, dijo, deben escuchar tanto las posturas del Gobierno federal y las necesidades de la sociedad.  

 

“De nuestra parte está la construcción de la paz, pero para que la haya, es necesario que existan los espacios dignos para vivir, para desarrollarse y para crecer cada una de las personas en nuestro país”.  

 

Héctor García Curiel, coordinador general de patrimonio de la Universidad de Guadalajara, mencionó que este Foro permitirá que los legisladores conozcan los diferentes puntos de vista que permitan la implementación de las políticas para realizar la nueva agenda urbana. 

 

Por su parte, Peter Grohmann, coordinador residente de las Naciones Unidas México, destacó que autoridades, ciudadanos y los gobiernos de los países de América Latina deben trabajar de manera coordinada para intercambiar ideas y buenas prácticas, a fin de que sus ciudades alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

 

“Las ciudades son centros de desarrollo económico y cultural, pero también son fuente de tensiones sociales, medioambientales que tienen que ver con la desigualdad, la delincuencia, el cambio climático y otros factores, por eso es importante que la legislación ayude a que nuestras ciudades permitan la sana convivencia en espacios complejos”.    

 

Consideró que los países que sean capaces de dotar a sus habitantes de una vivienda digna, servicios básicos y de espacios públicos para todos los residentes, serán capaces de abatir la desigualdad y la pobreza. 

 

Elikin Velásquez Monsalve, representante del programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos para América Latina y el Caribe, puntualizó la necesidad de avanzar en el andamiaje legal en los años que faltan para llegar al 2030, para que surjan los elementos que permitan aterrizar proyectos transformadores avanzados para que contemos con ciudades conectadas, integradas e incluyentes. 

 

Martha Delgado Peralta, presidenta de la Asamblea del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos y subsecretaria de Relaciones Exteriores, reconoció que México enfrenta una serie de retos ante la rápida urbanización, por lo que existe el compromiso del Gobierno mexicano de formar alianzas y emprender las acciones que se necesitan para diseñar y establecer las políticas que permitan la existencia de ciudades inteligentes. 

 

Por su parte, Martha Laura Peña Ordoñez, titular de la Unidad de Planeación y Desarrollo Institucional, de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, reveló que el Reporte Mundial de Ciudades 2022 de ONU Hábitat detalla que la proporción de la población mundial de las ciudades se duplicó alrededor del 50 por ciento en ese año y se prevé que aumente aceleradamente al 58 por ciento en los próximos 50 años. 

 

En este sentido, consideró que una planificación urbana eficiente será fundamental para mitigar los efectos sociales, económicos y ambientales negativos asociados al crecimiento urbano de las ciudades.