Número - 1414

  • La senadora Kenia López Rabadán aseguró que en las legislaturas de la paridad se defienden los derechos de las mujeres mexicanas. 

 

Al presentar el libro “Púrpura de las mujeres extraordinarias”, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Kenia López Rabadán, destacó que es claro que a través de estos textos estamos obligados a reflexionar qué se ha hecho y hacia dónde vamos en cuestión del empoderamiento y la paridad. 

 

“Estas legislaturas de la paridad nos hacen necesario recordarnos que estamos aquí para defender los derechos de las mujeres mexicanas, porque nuestro país llegó medio siglo tarde a estos temas”, subrayó. 

 

Tan sólo en Nueva Zelanda, 60 años antes ya votaban las mujeres y aquí tardamos muchos años para poder tener ese derecho ciudadano, mencionó la senadora del PAN. 

 

López Rabadán aseveró que “lo que nos toca ahora a las legisladoras” es buscar que las mujeres tengan poder y por eso hemos aprobado diversas reformas en materia de paridad. 

 

Nos toca, agregó, buscar que las mujeres podamos acceder en igualdad de condiciones a un salario, debido a que, aunque tenemos la misma capacitación, la realidad es que hoy podemos ganar hasta 30 por ciento menos, simplemente por el hecho de ser mujeres. 

 

La legisladora consideró que es increíble lo que vive el país referente a los feminicidios, pero pareciera que el gobierno no lo ve, “quienes somos en la Ciudad de México vivimos un nivel brutal de desapariciones de mujeres”. 

 

Por eso, abundó, es que este tipo de ejercicios y presentación de libros siempre serán bienvenidos en el Senado de la República, porque a través de estas obras las mujeres sabrán que sí se puede: ojalá y el libro “Púrpura de las mujeres extraordinarias” nos obligue, más allá de partidos políticos, a entender que es un tema de más de la mitad de la población. 

 

A su vez, Liliana Aguilera, autora del libro, aseguró que el objetivo principal de la obra es poder cambiar la cultura mexicana y la de América Latina para terminar con la sumisión, fragilidad y la dependencia hacia la pareja, la cual genera mucho daño y lastima a la sociedad, a las niñas y a las mujeres. 

 

Para ello, dijo, a través de la educación, principalmente en casa, es como lograremos disminuir la violencia en contra de nosotras, aunado a las leyes y programas de acceso a la justicia. 

 

La obra nos invita a realizar una introspección personal en materia de dependencia, porque cómo invitamos a las niñas a que crezcan independientes, si en casa ven cuestiones de que sus madres se quedan calladas y no ponen límites, “entonces al escribir el texto pensé en que se debe terminar con la violencia de género”. 

 

Patricia Olamendi Torres, especialista en Derechos Humanos, afirmó que, a través de este texto, las mujeres podrán transformarse y empoderarse, así como distinguir el “deber ser” con el “querer ser”, porque es ahí cuando perdemos las oportunidades de mejorar nuestras vidas y se da pie al machismo y a la baja autoestima que destruye la dignidad.