Número-259

  • Advierte Nancy de la Sierra que sólo tres entidades cuentan con este tipo de albergues.
     

 

Para garantizar la integridad, seguridad y dignidad de las víctimas de trata de personas, la senadora Nancy de la Sierra Arámburo presentó un punto de acuerdo que solicita a las y los gobernadores del país que construyan refugios especializados de atención para quienes sufren o han padecido este delito. 

 

La legisladora del PT consideró indignante que el Estado no sólo haya fallado en atender oportunamente a todas las víctimas captadas por las redes de trata, sino que además no cumpla con sus deberes mínimos para ayudarlas a escapar de este terrible fenómeno. 

 

De la Sierra Arámburo reconoció que sólo tres entidades federativas actúan conforme a la Ley contra este ilícito y han construido por lo menos un refugio en su territorio. 

 

Los gobiernos estatales, subrayó, deben atender a las víctimas por los daños sufridos, así como garantizarles seguridad, protección, bienestar físico y psicológico, y vigilar la garantía de no repetición.  

 

Para lo cual, puntualizó, los refugios, albergues y casas de medio camino son una herramienta clave para la rehabilitación y protección de quienes logran escapar de las horribles redes de trata.  

 

Estos lugares pueden ser el primer contacto o la única alternativa para que las víctimas, que no cuentan con apoyo familiar, puedan salir de la red de explotación y tener la oportunidad de rehacer sus vidas. 

 

Nancy de la Sierra reiteró que ahí, las víctimas pueden encontrar una nueva vía de participación plena en la vida pública, social y privada. Los refugios, asentó, pueden definir si una sobreviviente logrará o no reintegrarse plenamente a la sociedad y mirar hacia el futuro con esperanza. 

 

La Organización Internacional del Trabajo estima que alrededor de 2.4 millones de personas en el mundo son víctimas de trata, y que las ganancias que reporta este delito ascienden a 32 mil millones de dólares por año.  

 

Sin embargo, las estimaciones más recientes sobre las tendencias generales del trabajo forzoso indican que el alcance del problema es mucho mayor, y llega hasta los 21 millones. En México, se identificó el mayor número de víctimas de este crimen en 2015, con cinco mil 175 casos. 

 

La senadora aseveró que, si bien “la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, miles de individuos también son víctimas de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos”, entre otros ilícitos. 

 

El punto de acuerdo fue turnado directamente a la Primera Comisión de la Permanente, para su análisis y dictamen correspondiente.